¿Qué es el Green Friday? Se trata de la alternativa sostenible al ya famosísimo Black Friday, donde las rebajas nos ciegan y en ocasiones compramos demás o cosas que realmente no necsitamos, por el mero echo de que su precio se encuentra rebajado.
Un viernes negro para el planeta.
El Black Friday comenzó en Estados Unidos, donde el último viernes de noviembre los precios caían invitando a la gente a comprar aquellos artículos que durante el año no eran accesibles por su precio o para comprar de forma anticipada y a mejor precio los regalos de navidad. En la actualidad el Black Friday no solo es el último viernes de noviembre, sino que se prolonga durante semanas, en las cuales los consumidores se ven sometidos a publicidades arrolladoras que tienen como resultado la compra impulsiva de artículos que, muchas veces, no son necesarios.
Pocas veces se habla del coste que tiene este día a nivel ecológico y humano, el cual es muy alto en ambos aspectos. La mayoría de marcas que se unen al Black Friday son grandes empresas, las cuales pueden permitirse bajar sus precios sin que esto les suponga pérdidas. ¿Cómo es esto posible? El secreto está en la cadena de producción, en dónde tienen sus fábricas o cuánto pagan a sus empleados.
Si el pequeño comercio local y artesano ya lo tiene difícil durante el resto del año, este día es aún más complicado, ya que, en la mayoría de los casos el precio de su producto está muy ajustado y equivale a los costos de material y personal y un mínimo beneficio.
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El consumo responsable es la clave
Como alternativa a este consumo desenfrenado, en el año 2015 aparece el movimiento del Green Friday, el cual no pretende acabar con las compras en estas fechas, sino que se dirige al consumidor para incentivar un consumo responsable. Esta campaña fue impulsada por la Comisión Europea y otras organizaciones como WWF o Ecoserveis.
Realizando un consumo responsable y consciente estos días contribuimos a disminuir el impacto de esta fecha en nuestro planeta, pero… ¿Cómo lograrlo? Realizar las compras en tiendas físicas o elaborar una lista de lo que realmente necesitamos y ceñirnos a ella pueden ser buenas formas de empezar. También podemos buscar pequeños comercios de proximidad que se sumen a este día y realizar nuestras compras allí, de forma que, además de conseguir lo que necesitamos a un mejor precio, apoyemos a este tipo de establecimientos.